BIENVENIDOS AL BLOG CON LOS APUNTES DE LIBÉLULA desde el 18 de enero de 2009


BIENVENIDOS AL BLOG CON LOS APUNTES DE LIBÉLULA INICIADO EL 18-01-09


EL
18 DE ENERO DE 2009 COMENCÉ A POSTEAR LOS EJERCICIOS REALIZADOS EN EL TALLER LITERARIO DE *EL CLUB DE LOS POETAS VIVOS*, UN GRUPO DE MSN, QUE ME QUEDARON DE RECUERDO DE AQUELLA ÉPOCA INOLVIDABLE, MUY CREATIVA Y DE GRAN AMISTAD.

Después de publicar los ejercicios literarios, me dediqué a postear textos que me interesaron por su contenido sobre diversos temas humanísticos.

SI ALGÚN VISITANTE OSADO QUIERE HACER LOS EJERCICIOS EN LOS COMENTARIOS, ME ENCANTARÁ COMENTARLO Y/O AGREGARLO.





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miércoles, 27 de noviembre de 2013

97. LETRAS DE CANCIONES DE HEDGAR RENÉ DI FULVIO, poeta, cantor folklórico y médico pediatra (1933-2013)


01-ASI ES LA VIDA - Zamba
02-ALBAHACA Y HARINA - Vidala chayera
03--SUERTE DE POCO - Canción.mp3
04-DEL PAGO E' LA DAMAJUANA - Chacarera
05-ZAMBA DEL AGUA - Zamba
06-LOS VALLISTOS - Aire puneño
07-ZAMBA PARA DON JOAQUIN - Zamba
08-LA DE CALERA - Chacarera
09-POBRECITO CORAZON - Bailecito

Cosco Inna (Zamba)

El junco dormido, la siesta del río,
la verde melena del sauce de allí;
miraron la copla que anoche la luna
dejó en “la juntura” y hoy vino a Cosquín.
La pena del inca, creció en los breñales,
la vieja puestera del valle aprendió,
que del viejo imperio del sol en sus ruinas
quedó cosco-inna, y el tiempo pasó.
Cosco-inna, Cosquín, cordobesa
por tus desafíos el gaucho volvió,
y en el pan de azúcar, que como apacheta
halló las ofrendas que el inca dejó
cosco-inna, Cosquín, mi guitarra,
te deja esta zamba… mi sola oración.
Los bombos legüeros golpearon la copla,
por toda Punilla la vieron pasar;
pero la encontraron entre culantrillos
mojada al rocío de tanto esperar.
Alhajita ella, la flor del imperio,
que esperó al vida para no morir,
y en el nuevo Cuzco del sol por herencia
al sentirse reina se quedó en Cosquín.

http://www.dayanabarrionuevo.com/cosco-inna-hedgar-di-fulvio/



Zambita para mi ausencia (Zamba)
Letra y música: Hedgar Di Fulvio
               I
No soy ni siquiera el eco
Am
de un canto perdido que quiere volver,
                    (G)    (F)    E7
y voy... camino a la ausencia

que sola se agranda por mi padecer.
                               Am
__ Y voy... camino a la ausencia
A7  Dm                    Am
que sola se agranda por mi padecer.
              E7               Am

Estoy... parado en las ruinas
que la noche aquélla dejó en mi partir,
y el sol... que nació en la aurora    ) Bis
para arder el monte no fue para mí.   )

            Estribillo
¡Gritar... para qué!
 A7              Dm
si a nadie le importa de mi atardecer;
                G7                 C
__ total, mi huella es de nadie;
A7   Dm                   Am
todos la caminan, pero no la ven.
           E7                Am
__ Total... total mi huella es de nadie;
A7   Dm                           Am
todos la caminan, pero no la ven.
           E7                Am

                I Bis
A mí... me puso la vida
con esta plegaria que nadie escuchó,
y así... sabiendo que es mía,         ) Bis
con otra picada mi monte se abrió.    )

Adiós... le digo al silencio
que llevo guardado por ley y verdad;
mi voz... será el río seco            ) Bis
que el hombre sediento lo maldecirá.  )

            Estribillo
¡Gritar... para qué!
si a nadie le importa de mi atardecer;
total, mi huella es de nadie;
todos la caminan, pero no la ven.
Total... total mi huella es de nadie;
todos la caminan, pero no la ven.

Nota: Los acordes encerrados entre paréntesis son opcionales, de manera que si tiene dificultad para mantener el ritmo puede suprimirlos.

http://letra-de.com.ar/2007/09/zambita-para-mi-ausencia.html




Yo soy de aquel pago pobre (Chacarera)
Letra y Música: Hedgar Di Fulvio

Yo soy de aquel pago pobre,
Am                   E7
de aquel pago, y es verdad;
                       Am
donde a los perros los venden )
Dm                     Am     ) Bis
y a los changuitos los dan.   )
         E7            Am

Donde pa' matarlo al hambre
se prienden y nada más,
y en esos pechos de madre     ) Bis
que ya sin carnes están.      )

Yo soy de aquel pago pobre
de aquel pago y es verdad,
donde se tejen silencios      ) Bis
sin encontrar el telar.       )

Donde se palea arena
dende que empieza a clarear,
sabiendo que pa' la noche     ) Bis
no ha alcanzao ni pa' sudar.  )

Yo soy de aquel pago pobre
de aquel pago y es verdad,
donde la muerte de miedo      ) Bis
no se quiere ni arrimar.

Donde si pasan los ricos,
desprecean el lugar,
porque la miseria de uno      ) Bis
no se arregla con pasar.

Yo soy de aquel pago pobre
de aquel pago y es verdad
donde a los perros los venden
y a los changuitos los dan.
Yo soy de aquel pago pobre
que le llaman Pucará.


Zambita Para Mi Ausencia, vol.  1 Album: Zambita Para Mi Ausencia, vol. 1 Sello: Fresh Sound Fecha de lanzamiento: 27 de abril 1997
Lista de canciones:
Una Mama
La Chiquititita
Mi Viejo Esperar
Perfil
Zambita Para Mi Ausencia
La Tejedora
Cosco-Inna
Vidita Mia
Luz y Destino
La Ensombrecida
Zamba Para el Abuelo
Ay Vidalita, Vidala
Albahaca y Harina
Magia y Duende
Región Ausente
Un Taco Yaco

96. Hedgar René Di Fulvio ( 9 de julio de 1933-26 de noviembre de 2013)



A los 80 años, falleció Hedgar René Di Fulvio
27/11/2013 | 09:57 Fue poeta, cantor, guitarrero, trabajador incansable y amante de la libertad. Había nacido en la Estancia de Sosa, vecina a la población de Carrilobo el 9 de julio de 1933.
Falleció ayer en Córdoba Hedgar René Di Fulvio; poeta, cantor, guitarrero, trabajador incansable y amante irreductible de la libertad.

Sus restos fueron sepultados esta mañana en el Cementerio Parque del Sol.

Había nacido en la Estancia de Sosa (Establecimiento San Fernando), vecina a la población de Carrilobo el 9 de julio de 1933.

Tal vez el destino quiso que su fecha de nacimiento, coincidiera con la conmemoración del día de la Independencia argentina.

Fue un conocedor profundo del arte nativo en todas sus facetas y un eterno buceador de los misterios que dieron razón de ser a las cosas de su terruño.

Realizó numerosos trabajos de investigación sobre costumbres argentinas y algunos de sus textos alcanzaron reconocimiento internacional, como el llevado a cabo sobre el mate, que fue presentado en conferencia y posterior coloquio en la Universidad de Berkeley de EEUU.

Paralelamente a su trayectoria vinculada al arte, egresó de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Córdoba y desarrollo la especialidad de Pediatría ocupando diversos cargos directivos en instituciones médicas.

De su obra poética emana un impostergable sentimiento de justicia social. Sin ningún amaneramiento ni el menor atisbo de concesión demagógica, es el resultado del conocimiento que posee del país y sus gentes de recorrer caminos y comprometerse sin reservas previas con la vida sencilla y noble de sus congéneres.

http://www.cadena3.com/contenido/2013/11/27/122174.asp?titulo=A-los-80-anos-fallecio-Hedgar-Rene-Di-Fulvio

Hedgar René Di Fulvio nació en la Estancia de Sosa (Establecimiento San Fernando), vecina a la población de Carrilobo el 9 de julio de 1933.Tal vez el destino quiso que su fecha de nacimiento, coincidente con la conmemoración del día de la Independencia argentina, lo signara para una existencia ligada estrechamente a los sentires más profundos del hombre de su tierra; pooeta, cantor, guitarrero, trabajador incansable y amante irreductible de la libertad, virtudes o cualidades que lo identifican con sus ancestros. Así es Hedgard, conocedor profundo del arte nativo en todas sus facetas. Eterno buceador de los misterios que dieron razón de ser a las cosas de su terruño, realizó numerosos trabajos de investigación sobre costumbres argentinas y algunos de sus textos alcanzaron reconocimiento internacional, como el llevado a cabo sobre el mate, que fue presentado en conferencia y posterior coloquio en la Universidad de Berkeley de EEUU.Paralelamente a su trayectoria vinculada al arte, Edgar Di Fulvio egresó de la Facultad de Medicina de la Universidad de Córdoba y desarrollo la especialidad de Pediatría ocupando diversos cargos directivos en instituciones médicas. De su obra poética emana unimpostergable sentimiento de justicia social. Sin ningún amaneramiento ni el menor atisbo de concesión demagógica, es el resultado del conocimiento que posee del país y sus gentes de recorrer caminos y comprometerse sin reservas previas con la vida sencilla y noble de sus congéneres. Radicado en la actualidad en Capitán Sarmiento, provincia de Buenos Aires, este integrante de una tradicional familia de artistas, alterna su labor profesional en el campo de la Pediatría con su otro amor, el que siente por la música, la poesía y su eterna compañera, la guitarra.



HEDGAR DI FULVIO
       LOS REFERENTES EN EL FOLKLORE :
“En la vida las cosas que se cobran son para solucionar la necesidad, no la vanagloria de la fama”

Hace un tiempo cuando todavía Hegard Di Fulvio residía en Capitán Sarmiento lo hemos visitado en su casa. Hoy Córdoba lo cobija como uno de sus hijos más dilectos. Escritor de libros “Poemas de  señales” y “Trenzando parejo”. “Zambita para mi ausencia”, Mis changuitos así son”,”Chacarera pa’ las viejas,”chacarera de los novios”, “gallo calavera, “Yo soy de aquel pago pobre,”Taco-Yaco”, “Flor de tusca” son algunos de los títulos de sus casi 300 canciones.  Colaborador literario de la Revista Folklore, del diario “La voz del interior”, cancioneros populares, En su larga trayectoria ha sabido entrelazar su profesión de médico pediatra con el de cantor de nuestras tradiciones.

Nací en el establecimiento San Fernando, en los pagos de Carrilobos en la provincia de Córdoba, donde mis abuelos paternos arrendaban 320 hectáreas.  Los 9 colonos eran casi todos italianos, los Toloza, Ferretti, Rochetti.  El abuelo al ser muy creyente festejaba los santos de su familia y el 17 de enero día de San Antonio hacía una fiesta muy grande coincidiendo con la junta del maíz que se entrojaba, del alpiste, del mijo y el lino que se embolsaba, con toda la gente que venía para la cosecha.  Allí se daban cita las tonadas de gran parte del país: De Catamarca, Tucumán, Santiago del Estero, a veces correntinos. Peones golondrina. Algunos vivían en unas casitas, otros en un galpón grande. Para esa fiesta sacaban las guitarras, algún bandoneón y se cantaba mucho.  Me están haciendo acordar cosas que ni yo sabía que me podía acordar.  Las estoy “plumeriando”.

-Seguro que ese fogón guarda muchas nostalgias.

Allí nosotros siempre encontrábamos el lugar justo para cantar. A la noche se juntaban alrededor de un fogón y contaban cuentos de aparecidos. ¡Huy! Había uno llamado Esmeraldo Fuentes, criollo al que después le hice un relato, que se sentaba en un cajón con marlos y contabas esos cuentos, que te hacían morir de miedo si a alguien se le ocurría que vayas a buscar cualquier cosa al patio. Creo que en esos fogones empezaron a arder las ansias de querer ser cantor. No duró mucho esa vida, cuando tuve que ir a la escuela nos fuimos al pueblo primero, después un tío me llevó a estudiar a Córdoba capital, pero como sufre mucho la familia cuando por diversos motivos se empieza a desgajar, terminamos viviendo todos en la ciudad y allí cambió un poco la libertad.

-¿Nace primero el cantor, y después el escritor?

- Aunque con problemas  de notas.  Mi profesor Centeno me puso un 3 a las primeras octavillas que escribí para mi escuela. Pero supe reponerme rápido. En aquella época los géneros eran fundamentales.  Ahora le llaman poesía o poema a cualquier cosa, antes literariamente nos exigían mucho en la parte genérica, debía tener una estructura. Desde ese momento nunca dejé de escribir.

-¿Y el Hegard bailarín?

Cuando salí del seminario empecé a bailar, llegué a tener importancia en Córdoba.  Fui director del cuerpo estable de baile del teatro Rivera Indarte, con ellos bailé en muchos lugares importantes.  Dejé de hacerlo cuando vi una película “Zapatillas coloradas”.  Los que allí bailaban,  después fueron grandes bailarines del país. Los payasos convocan por la maravilla de hacer reír, pero una danza no es para risa, ella siempre es el preludio de algo. Me fui del teatro en el ´56 y de ahí en adelante empecé a bailar en las peñas  folklóricas cordobesas, donde me pagaban.  Recuerdo que pedía  permiso por una hora a las autoridades, salía al recreo y como las peñas estaban a 3 cuadras del colegio podía bailar sin problemas.

-Cuando empieza a hacer música.

-Estaba en el secundario, cuando Carlos, mi hermano empezó a hacer música.  A esas cosas fue lo primero que le puse letra.  Creo que lo primero fue a un bailecito que tiene una parte en quichua. Todos los que hice tienen la misma virtud en determinado momento, hasta aquel que no se ha cantado nunca por viejo, es el mejor par mí. Es como el pan, uno hornea y el que saca es el mejor.

-¿Qué motivo o a quien se quedó  con ganas de escribirle?

-Yo entiendo que todos los motivos que me han llegado a la manera que tengo de dar, a la riqueza de espíritu,  creo le he cantado a todos. Cuando canto temas de otros autores es porque yo no tuve tiempo de escribirle. Yo me siento más cerca de aquellos que incursionaron en una temática muy particular.  Esa fue la literaria folklórica.  Me identifico con Jaime Dávalos, Petrocelli, Tejada Gómez, al que conocí en el año ´53 cuando escribía los avisos en LT10 de Mendoza. La diferencia con él es que una cosa escribir con idea y otra con ideología.  En ese punto yo pienso que la estructura de la obra se desandamia, hace como la Torre de Pisa, se vuelca hacia un lado. La temática es el hombre, siempre el hombre rodeado de su entorno. Yo no entiendo el paradigma literario actual en lo erogenito.  Nuestro folklore carece de ello. Solo tiene una necesidad muy humilde pero muy cara para los valores y cara para lo económico.  Por eso se lo ha tratado de poner en una cosa productiva. Hace unos años creo que en el ´67 me llamaron para ser jurado en un festival, junto a Lázaro Flury y Hernán Figueroa Reyes, cuando se abren los sobres el primer premio quedó desierto.  Y allí vino todo un  problema del que tomaron asidero las empresas que habían hecho el festival.  Esa noche yo les dije –“Ustedes y yo tenemos que seguir siendo argentinos, no usar las letras de argentinos”-En ese momento seguí opinando cosas importantes para aquella época y tuve serios problemas con la discográfica. A mí no me interesaba tener un disco bajo el brazo, mi interés pasaba por otras cosas.

-Entre tantos caminos andados, seguramente se habrá encontrado con grandes músicos desconocidos.

- En la época nuestra había tremendos músicos.  Éramos “gorgojos de la pulenta”.  Gente que después de trabajar sus 8 o 12 horas, no podían salir.  Ellos habían perdido la libertad. Eran los pájaros ciegos que cantaban en la casa. Fíjense lo que pasa con Mendoza, después de Hilario Cuadros, no hubo casi nada, todo fue muy esporádico, pero si tiramos una guitarra seguro no va a caer en el suelo… seguro pasa lo mismo en san Juan. Lo que influyó en nosotros era la formación que daba la educación de aquella época.  Para mí es más fácil hacer un soneto que un poema.  Pero ahora hay un montón de sonetos que no son tal, tiene  14 versos pero carecen de la métrica, el acento o la estructura literaria propiamente dicha…lo más triste es que dicen que lo son. Nosotros leíamos a Juan Carlos Dávalos, Joaquín V. González, y también a los poetas del siglo de oro español.La generación mía tuvo un gran problema, no era fácil surgir, lo hicieron quienes podían pagarse sus cosas primeras. Los demás no.  Siempre la misma historia.  Cuando uno llega a viejo recién se da cuenta.

-¿Que opina de las grabaciones de sus temas hechas por jóvenes cantores?

-Hace unos meses en Córdoba me hicieron escuchar algunas.  Cuando me preguntaron si estaban bien, yo dije que para esta época sí. Pero yo sigo viviendo en la mía. Aunque viviera en esta seguramente la hubiera hecho a la canción de la misma forma, lo que cambió es la interpretación. Cuando nos juntamos varios compositores, alguno me dijo que debería haber prohibido la grabación.  ¿Y porqué? Si es una expresión y por lo tanto respetable. Lo que importa es que el cantor sepa donde está el punto de partida de eso. En especial en “Yo soy de aquel pago pobre”.  Por desgracia a pesar de los años sigue existiendo la miseria sin que nadie haga nada por su desaparición.  Una letra de gran contenido social, de calidad espiritual. Sucede que los que la escuchan tienen otro parámetro.  Más comercialidad que espiritualidad y calidad.

-¿Se siente pago en este camino del canto?

-Pienso que eso si no se da se pierde, es la moneda del alma.  En la vida las cosas que se cobran, se debe hacer para solucionar la necesidad no la vanagloria de la fama que es lo que hace la mayoría.

                                                     CARLOS Y GRACIELA ARANCIBIA
http://www.folkloretradiciones.com.ar/articulos/hedgar_difulvio.htm

viernes, 22 de noviembre de 2013

95. Final para un cuento fantástico, minicuento de I.A. Ireland (inglés, 1871-?)



-¡Que extraño! -dijo la muchacha avanzando cautelosamente-. ¡Qué puerta más pesada!
La tocó, al hablar, y se cerró de pronto, con un golpe.

-¡Dios mío! -dijo el hombre-. Me parece que no tiene picaporte del lado de adentro. ¡Cómo, nos han encerrado a los dos!

-A los dos no. A uno solo -dijo la muchacha.

Pasó a través de la puerta y desapareció.




(Publicado en "Antología de la literatura fantástica" de J. L. Borges, A. Bioy Casares y Silvina Ocampo, pág. 101, edit. DEBOLS!LLO, año 2010)

http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/mini/final_para_un_cuento_fantastico.htm

http://llevatetodo.com/final-para-un-cuento-fantastico-comprension-estructura/

I. ACTIVIDADES
1. ¿Por qué se asustó el hombre?
2. ¿Por qué la muchacha dijo que sólo habían encerrado a uno?
3. ¿Qué título le pondrías? Explica por qué lo elegiste.
4. ¿Cuál es el hecho extraño que ocurre en el cuento?
5. ¿Qué tipo de cuento es? ¿Por qué?
6. ¿Qué personaje típico de estos cuentos aparece en el relato?
7. Clasifica las palabras subrayadas según sean: sustantivos, adjetivos o verbos.

II. Según el cuento que acabas de leer, selecciona la alternativa correcta para cada una de las afirmaciones:
1. El relato es un texto narrativo porque:
a) Explica cuáles son los objetos que había adentro de la casa.
b) Muestra acciones llevadas a cabo por personajes en un tiempo y en un espacio determinados.
c) Su función es entretener.

2. La Situación Inicial del relato es:
a) Se encuentran con una pesada puerta.
b) Quedan maravillados frente a la puerta.
c) Escapan hacia una casona.

3. El Conflicto del cuento es:
a) La muchacha y el hombre se encuentran con una gran puerta.
b) Están escapando desesperadamente.
c) Quedan encerrados.

4. Una explicación racional para explicar el hecho extraño puede ser:
a) La muchacha es una hada madrina y logra salir de allí.
b) El hombre es un ser débil y enfermo, por lo cual, no puede elaborar una estrategia para escapar.
c) El emisor cuenta un sueño.

viernes, 1 de noviembre de 2013

93. POEMAS INSPIRADOS EN LA LLUVIA de Isaac Felipe Azofeifa, Juana De Ibarbourou, Federico García Lorca, Jorge Luis Borges, José Ángel Buesa y Raúl González Tuñón



SE OYE VENIR LA LLUVIA de Isaac Felipe Azofeifa (1909-1997)
La casa de mi infancia es de barro del suelo a la teja,
y de maderas apenas descuajadas, que en otro tiempo obedecieron
hachas y azuelas en los cercanos bosques.
El gran filtro de piedra vierte en ella, tan grande,
su agua de fresca sombra.
Yo amo su silencio, que el fiel reloj del comedor vigila.
Me escondo en los muebles inmensos.
Abro la despensa para asustarme un poco
del tragaluz, que hace oscuros los rincones.
Corro aventuras inauditas cuando entro
en el huerto cerrado que me está prohibido.
En la penumbra de la tarde, que va cayendo lenta
sobre el mundo, el grillo del hogar canta de pronto,
y su estribillo triste riega en el aire quieto,
paz y sueño sabrosos.

Cuando venían las lluvias miraba los largos aguaceros
desde el ancho cajón de las ventanas.
Nunca huele a tierra tanto como esa tarde.
Se oye la lluvia primero en el aire venir como un gigante
que se demora, lento, se detiene y no llega,
y luego, están ahí sus pies sobre las hojas, tamborileando,
rápidos, mojando,
y lavando sus manos deprisa, tan deprisa, los árboles,
el césped, los arroyos,
los alambres, los techos, las canoas.

Pero también su llanto desolado,
su sinrazón de ser triste, su acabarse de pronto,
sin objeto ni adiós,
para siempre en mi infancia, para siempre.


Llueve en mi alma ahora, como entonces.



BAJO LA LLUVIA de Juana De Ibarbourou (1892-1979)
¡Cómo resbala el agua por mi espalda!
¡Cómo moja mi falda,
y pone en mis mejillas su frescura de nieve!
Llueve, llueve, llueve,
y voy, senda adelante,
con el alma ligera y la cara radiante,
sin sentir, sin soñar,
llena de la voluptuosidad de no pensar.
Un pájaro se baña
en una charca turbia. Mi presencia le extraña,
se detiene… me mira… nos sentimos amigos…
¡Los dos amamos muchos cielos, campos y trigos!
Después es el asombro
de un labriego que pasa con su azada al hombro
y la lluvia me cubre de todas las fragancias
de los setos de octubre.
Y es, sobre mi cuerpo por el agua empapado
como un maravilloso y estupendo tocado
de gotas cristalinas, de flores deshojadas
que vuelcan a mi paso las plantas asombradas.
Y siento, en la vacuidad
del cerebro sin sueño, la voluptuosidad
del placer infinito, dulce y desconocido,
de un minuto de olvido.
Llueve, llueve, llueve,
y tengo en alma y carne, como un frescor de nieve.



LLUVIA de Federico García Lorca (1898-1936)
La lluvia tiene un vago secreto de ternura,
algo de soñolencia resignada y amable,
una música humilde se despierta con ella
que hace vibrar el alma dormida del paisaje. 

Es un besar azul que recibe la Tierra,
el mito primitivo que vuelve a realizarse.
El contacto ya frío de cielo y tierra viejos
con una mansedumbre de atardecer constante. 

Es la aurora del fruto. La que nos trae las flores
y nos unge de espíritu santo de los mares.
La que derrama vida sobre las sementeras
y en el alma tristeza de lo que no se sabe. 

La nostalgia terrible de una vida perdida,
el fatal sentimiento de haber nacido tarde,
o la ilusión inquieta de un mañana imposible
con la inquietud cercana del color de la carne. 

El amor se despierta en el gris de su ritmo,
nuestro cielo interior tiene un triunfo de sangre,
pero nuestro optimismo se convierte en tristeza
al contemplar las gotas muertas en los cristales. 

Y son las gotas: ojos de infinito que miran
al infinito blanco que les sirvió de madre. 

Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio
y le dejan divinas heridas de diamante.
Son poetas del agua que han visto y que meditan
lo que la muchedumbre de los ríos no sabe. 

¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos,
lluvia mansa y serena de esquila y luz suave,
lluvia buena y pacifica que eres la verdadera,
la que llorosa y triste sobre las cosas caes! 

¡Oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas
almas de fuentes claras y humildes manantiales!
Cuando sobre los campos desciendes lentamente
las rosas de mi pecho con tus sonidos abres. 

El canto primitivo que dices al silencio
y la historia sonora que cuentas al ramaje
los comenta llorando mi corazón desierto
en un negro y profundo pentagrama sin clave. 

Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,
tristeza resignada de cosa irrealizable,
tengo en el horizonte un lucero encendido
y el corazón me impide que corra a contemplarte. 

¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman
y eres sobre el piano dulzura emocionante;
das al alma las mismas nieblas y resonancias
que pones en el alma dormida del paisaje!



LA LLUVIA de Jorge Luis Borges (1899-1986)
Bruscamente la tarde se ha aclarado 
Porque ya cae la lluvia minuciosa. 
Cae o cayó. La lluvia es una cosa 
Que sin duda sucede en el pasado. 

Quien la oye caer ha recobrado 
El tiempo en que la suerte venturosa 
Le reveló una flor llamada rosa 
Y el curioso color del colorado. 

Esta lluvia que ciega los cristales 
Alegrará en perdidos arrabales 
Las negras uvas de una parra en cierto 

Patio que ya no existe. La mojada 
Tarde me trae la voz, la voz deseada, 
De mi padre que vuelve y que no ha muerto.


 NOCTURNO IV de José Ángel Buesa (1910-1982)
Así estás todavía de pie bajo la lluvia,
bajo la clara lluvia de una noche de invierno.
De pie bajo la lluvia me llega tu sonrisa;
de pie bajo la lluvia te encuentra mi recuerdo.

Siempre he de recordarte de pie bajo la lluvia,
con un polvo de estrellas muriendo en tus cabellos.
Y tu voz, que nacía del fondo de tus ojos,
y tus manos cansadas que se iban en el viento...

Y aquel cielo de plomo y el rumor de los árboles,
y la hoja aquella que te cayó en el seno...
y el rocío nocturno dormido en tus pestañas,
y engarzando diamantes en tu vestido negro.

Así estás todavía lejanamente cerca,
desde tu lejanía de sombra y de silencio...
Mi corazón te llama de pie bajo la lluvia;
de pie bajo la lluvia te acercas en el sueño.

La vida es tan pequeña que cabe en una noche.
—Quizás fue que en la sombra me encontré con tu beso—.
Y por eso me envuelve, de pie bajo la lluvia,
el sabor de tu boca y el olor de tu cuerpo.

Sí. Me has dejado triste. Porque pienso que acaso
ya no estarás conmigo cuando llueva de nuevo;
y no he de verte entonces de pie bajo la lluvia,
con las manos temblando de frío y de deseo.

Pero, aunque habrá otras noches cargadas de perfumes,
y otras mujeres, y otras, a lo largo del tiempo,
siempre he de recordarte de pie bajo la lluvia,
bajo la lluvia clara de una noche de invierno.



CANCIÓN DE LA LLUVIA de José Ángel Buesa (1910-1982)

Acaso está lloviendo también en tu ventana; 
Acaso esté lloviendo calladamente, así. 
Y mientras anochece de pronto la mañana, 

yo sé que, aunque no quieras, vas a pensar en mí.

Y tendrá un sobresalto tu corazón tranquilo, 
sintiendo que despierta tu ternura de ayer. 
Y, si estabas cosiendo, se hará un nudo en el hilo, 
y aún lloverá en tus ojos, al dejar de llover.


LLUVIA de Raúl González Tuñón (1905-1974)
Entonces comprendimos que la lluvia también era hermosa.
unas veces cae mansamente y uno piensa en los cementerios abandonados.
Otras veces cae con furia y uno piensa en los maremotos que se han tragado tantas espléndidas islas de extraños nombres.
De cualquier manera la lluvia es saludable y triste.
Sus tambores acunan nuestras noches y la lectura corre a su lado por los canales del sueño.
Tú venías hacia mí y los otros seres pasaban.
No habían despertado todavía al amor, no sabían nada de nosotros.
De nuestro gran secreto.
Ignoraban la intimidad de nuestros abrazos voluptuosos, la ternura de nuestra fatiga.
Acaso los rostros amigos, las fotografías, los paisajes que hemos visto juntos, tantos gestos que hemos entrevisto o sospechado, los ademanes y las palabras de ellos. Todo, todo ha desaparecido y estamos solos bajo la lluvia, solos en nuestro compartido, en nuestro apretado destino, en nuestra posible muerte única, en nuestra posible resurrección.
Te quiero con toda la ternura de la lluvia.
Te quiero con toda la violencia de la lluvia.
Te quiero con todos los tambores de la lluvia.
Te quiero con todos los violines de la lluvia.
Aún tenemos fuerzas para subir la callejuela empinada. recién estamos descubriendo los puentes y las casas, las ventanas y las luces, los barcos y los horizontes.
Tú estás arriba, suntuosa y bíblica, pero tan humana; increíble, pero tan real; numerosa, pero tan mía.
Yo te veo hasta en la sombra imprecisa del sueño.
Oh, visitante.
Ya es seguro que ningún desvío nos separará.
Iguales luces señaleras nos atraen hacia la compartida vida, hacia el destino único.
Ni en nuestra carne ni en nuestro espíritu nunca pasaremos la línea del otoño.
Porque la intensidad de nuestro amor es tan grande, tan poderosa, que no nos daremos cuenta cuando todo haya muerto, cuando tú y yo seamos dos sombras y todavía estemos pegados, juntos, subiendo siempre la callejuela sin fin de una pasión irremediable.
Oh, visitante.
Estoy lleno de tu vida y de tu muerte.
estoy tocado de tu destino.
Al extremo de que nada te pertenece sino yo.
Al extremo de que nada me pertenece sino tú.
Sin embargo yo quería hablar de la lluvia, igual, pero distinta, ya al caer sobre los jardines, ya al deslizarse por los muros, ya al reflejar sobre el asfalto las súbitas, las fugitivas luces rojas de los automóviles, ya al inundar los barrios de nuestra solidaridad y de nuestra congoja, los humildes barrios de los trabajadores.
La lluvia es bella y triste y acaso nuestro amor sea bello y triste, y acaso esa tristeza sea una manera sutil de la alegría. intima, recóndita alegría.
Estoy tocado de tu destino.
Oh, lluvia. oh, generosa.





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