-Que las relaciones sociales en Argentina se basen en el
amor, la justicia y el respeto, no en la “lucha de clases” el odio y la
envidia.
-Que la función primordial del estado sea asegurar a cada
individuo el disfrute de sus derechos individuales, incluyendo el derecho a la
vida, a la integridad física, a la propiedad. No en la creación de arbitrarios
derechos “sociales” que frecuentemente solo sirven como excusa para el
totalitarismo.
-Que el patriotismo sea entendido como amor a nuestras
tradiciones, no como un sentimiento xenófobo que extiende la lucha de clases
entre grupo sociales a la lucha de clases entre países.
-Que la igualdad de oportunidades en la educación no sea
una excusa para mantener un sistema público que es utilizado como un mecanismo
de adoctrinamiento en manos del gobierno o de extorsión en manos de los
sindicatos.
-Que la justicia sea entendida como darle a cada uno lo
que en derecho le corresponde, no un concepto vago de “justicia social” o una
excusa para la venganza.
-Que la igualdad se entienda como igualdad de
oportunidades, no como igualdad de resultados.
-Que la paz sea entendida como el imperio de la justicia
y no como la mera ausencia de violencia o la rendición ante la injusticia.
-Que la política internacional Argentina se base en
buscar afinidades con los países que comparten nuestra visión del mundo y no en
la paranoia, el complejo de inferioridad “latinoamericano” o la búsqueda de
excusas para nuestros propios fracasos.
-Que la vida sea respetada desde la concepción hasta la
muerte natural. No un país en que los débiles (viejos o niños) paguen por los
errores de los demás o sean sacrificados para el beneficio de nadie.
-Que los recursos que se recauden en impuestos sean los
indispensables para asegurar la provisión de los servicios esenciales del
estado, no como un mecanismo de redistribución.
-Que se ayude a los que necesitan una oportunidad, no a
los que son necesarios para ayudar a los políticos a conquistar más poder.
-Que se entienda que la propiedad privada es una
consecuencia directa de la libertad individual y base indispensable de la
prosperidad.
-Que se incentive la responsabilidad personal: se premie
el esfuerzo y consecuentemente se pague el fracaso. El éxito no es un derecho,
es un privilegio.
-Que se proteja e incentive el ahorro, canalizando la
inversión mediante un sistema financiero y un mercado de capitales que respete
la libertad, la transparencia y la seguridad jurídica.
http://www.argepundit.com/
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6 comentarios:
y que cada uno haga lo mejor que pueda su trabajo, von responsabilidad,lo que sepera de cada uno. que actuemos y lo hagamps con responsbilidad.
'Qué deseo 2013! Adhiero
!Precioso post, que constituye una grata sorpresa en medio de tanta medianía que se publica!
Felicito por su elaboración y coincido con su contenido.
Al menos exigimos que quien escriba lo haga con sentido común...
Saludos a la autora
Gracias, amigos, por sus comentarios.
En realidad no redacté estos principios, pero como los comparto los copié aquí. Hay un link del sitio de donde los tomé.
Fue estupendo leer lo que has compartido y sentirlo desde siempre.
Cariños
Me gustó mucho este post. Tengo la seguridad de que esto es posible. Vamos zigzagueando a la meta, pero vamos, al fin. Lo importante es saber a dónde vamos, para hacer que las cosas ocurran. Hago míos estos deseos. Has puesto tu granito de arena, al publicar esta entrada. Los cambios van a pasar.
Te mando un gran abrazo
¡Gracias, querida abuela Ciber y Cecilia, por sus comentarios.
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