23. 21º EJ.:¿Y QUÉ PASÓ DESPUÉS? 21-11-06

21º EJERCICIO PARA HACER- ¿Y QUÉ PASÓ DESPUÉS? 

21-11-06

Imagen: Escritor, por Quino

De: Libélula23  (Mensaje original) Enviado: 21/11/2006 23:38

F Elegir una frase para iniciar un cuento o un poema. Si lo deseas puedes incluirla en otro lugar de tu texto.

  Podrás hacer la cantidad de textos que quieras con lo que te agrade del menú de frases.

  • Escapé, aquella noche.

  • Las cigarras, de nuevo, las cigarras.

  • ¿Y ella qué te dijo?

  • Cierto día, el hombre del   sombrero negro desapareció

  • La abeja se acercaba peligrosamente

  • ¡Qué asco!

  • Cuando yo era muy pequeña no conocía

  • Un grito entra por la ventana.

  • Quebrado su frágil sueño, se levanta.

  • Es el Padre de las Aguas de…

  • Genio de gran popularidad en…

  • Al despertar una mañana encontróse…

UN GRITO Enviado: 22/11/2006

    Un grito entra por la ventana. Se deja caer por las paredes, se cuelga de los cuadros, se mete debajo de la cama con pereza y sigue arrastrándose y serpenteando hacia el baño, las cortinas se estremecen. Sale refrescado de la ducha y da un salto hacia la cocina; murmuran todas las ollas y sartenes, se quiebra el cristal de alguna copa y cobra fuerza. Se esconde detrás de mi cama mientras duermo, se introduce por mis oídos. En mi cerebro, corre desprovisto de vergüenza y se ahorca en mi conciencia.

    Entonces, despierto anhelante, me reincorporo, siento mis ojos desorbitados y un garfio clavado en mi garganta me da la dimensión de mi pesadilla: estoy muriendo.

Libélula

De: botterfly0 Enviado: 25/11/2006 18:29

         El viento mecía la hierba, las ramas colgantes de los árboles y le daba a mi cabello la sensación de estar vivo, de jugar con las partículas de aire a su paso. Mi cuerpo sobre las hojas caídas, secas, crujientes al vaivén de nuestro beso. ¿Por qué se sensibilizan los sentidos en tu tacto sobre mí?...el viento es más viento y el sol es más tibio, los sonidos del estanque,su inmperceptible oleaje que me resuena en los oídos como notas constantes de alguna arpa lejana. El aleteo de los insectos es un murmullo inefable  entre tus manos recorriéndome, tu boca, despertando cada vez más y más mis sentidos, hasta sentir en mis oídos rebotando el sonido de tu corazón, latiendo cada vez más y más rápido mientras las cigarras se oyen en una canción ajena a esos latidos tuyos, míos.

         El viento, mis cabellos, tus manos, mi escalofrío...el aleteo constante, el oleaje imperceptible, tu boca... las cigarras...

         ... Tus latidos, mis oídos percibiéndote... mi respiración robada en un choque de tus labios...tus manos...labios, ojos, manos... Las cigarras de nuevo, las cigarras...

De: Anne10G Enviado: 07/12/2006 14:09

RECUERDOS…

SIENDO AHORA UNA MUJER ENVEJECIDA RECUERDO DIA A DIA UNA BELLA HISTORIA QUE PERDURA EN MI MEMORIA,,, NO SE SI FUE UN SUEÑO O TODA UNA REALIDAD, PERO RECORDARLA Y CONTARLA ME HACE REVIVIR MOMENTOS DE FELICIDAD,,, RECUERDO EL MOMENTO EN QUE LLEGUE A AMAR A UN MISTERIOSO HOMBRE DE NEGRA FIGURA LO AME CON TODAS LAS FUERZAS DEL CORAZON, PERO ESCAPE UNA NOCHE PORQUE OTRA MUJER HABIA, SOLO CORRI SOLO QUERIA OLVIDAR LO QUE ME DIJISTE CUANDO TE PREGUNTE ¿Y QUE TE DIJO ELLA? Y RESPONDISTE QUE ELLA HABIA ACEPTADO SER PARTE DE TU VIDA,,, ESO ME DESHIZO MI HUMILDE PERO SINCERO CORAZON,,, PASO EL TIEMPO Y UN AMIGO DE MI PUEBLO ME CONTO QUE CIERTO DIA, EL HOMBRE DE SOMBRERO NEGRO DESAPARECIO,,, SI ESE HOMBRE QUE FUE UN GENIO DE POPULARIDAD EN MI CORAZON Y PADRE DE LAS AGUAS DE MIS LAMIGRAS DERRAMADAS EN SU HONOR…SE HABIA IDO…ME HABIA ROBADO HASTA LA RAZON,,, PORQUE UNA NOCHE DE INVIERNO ESCUCHE ENTRAR UN GRITO POR MI VENTANA QUE DECIA ¡SOLO TE QUIERO A TI! ¡SOLO TE QUIERO A TI! PERO UN MOMENTO DESPUES SE OIAN SOLO LAS CIGARRAS Y DE NUEVO LAS CIGARRAS,,, Y NO SUPE MAS DE AQUEL AMOR DE MI JUVENTUD,,, POR QUE CUANDO YO ERA MUY PEQUEÑA NO CONOCIA EL AMOR, Y EL, SOLO EL ME HIZO SENTIR LOS LATIDOS DE MI CORAZON… Y DE MI LA GENTE SOLO DECIA, ¡POBRE MUJER QUEBRADO SU FRÁGIL SUEÑO, SE LEVANTA¡ Y SIN AMBARGO TENGO LA ESPERANZA DE UN DIA,,, AL DESPERTAR UNA MAÑANA ME ENCONTRARE JUNTO A TI…

De: AuroraX31 Enviado: 11/12/2006 12:54

 Escapé aquella noche de mi casa como todos los días de aquel verano caluroso para asistir  a una reunión misteriosa y apasionante con otros niños del pueblo. Cuando anochecía todos corríamos a la plaza y nos sentábamos en el suelo al lado de un banco de piedra esperando al viejo hortelano: un anciano corpulento, algo encorvado, con mirada penetrante que llegaba cada día con asombrosa puntualidad para contarnos las historias más fascinantes y misteriosas que se pudiera imaginar. Eso sí, dejaba muy claro que no eran cuentos, sino relatos reales e incluso personales. Todos nosotros cuando decía esto asentíamos con la cabeza y los ojos muy abiertos. Poco a poco iba haciéndose de noche, quedándose la plaza en penumbras, tan solo alumbrada por la luz mortecina de dos pequeñas farolas.

Cuando el ambiente era expectante el viejo hortelano empezaba su ritual: cogía un cigarrillo del bolsillo de su chaqueta raída, se lo colocaba apoyado levemente en los labios, sacaba un encendedor de mecha amarilla de un bolsillo pequeño de su chaleco, golpeaba con fuerza sobre la ruedecilla hasta que las chispas prendían la mecha y una vez soplada para que la brasa cogiera fuerza, encendía su cigarrillo: le daba una profunda calada, a continuación expulsaba el humo hacia arriba, y mirando al cielo unos segundos comenzaba su relato que inmerso en el silencio de la noche cobraba para nosotros una dimensión de historia fascinante:

-Una vez, hace ya muchos años, en este pueblo ocurrió que una noche del mes de enero de luna llena, un niño desapareció de su casa sin saber como. Todos los vecinos hicieron grandes batidas por las orillas del pantano y los campos de alrededor buscándolo, armados con escopetas y palos, sin resultado alguno.  La familia y la gente del pueblo estaban consternadas, no podían ni imaginar que le podría haber pasado al niño. Se hablo que posiblemente hubiera sido una jauría de lobos que en alguna ocasión vieron rondar cerca del pueblo y lo devoraran, pero no lo pudieron confirmar. Otros, sin embargo, acusaron a un forastero que vestía con una amplía capa y un sombrero negro y que, desde el verano anterior, se había quedado a vivir en el pueblo, en una casa vieja que había cerca del puente.

No obstante, a nadie le importó comprobar si habían sido los lobos  o el hombre del sombrero negro o que el niño hubiera caído en algún pozo. El alcalde convocó a todo el pueblo a una reunión en esta misma plaza y decidieron dar una batida y acabar con cuantos lobos encontraran a su paso. Al día siguiente se reunieron antes del amanecer todos los hombres que tenían escopeta. También fueron convocados los que tuvieran caballos. Y durante una semana se organizaron en diferentes partidas, recorriendo los montes de la comarca hasta acabar con todos los lobos que encontraron a su paso.

Pero pasó, que a los pocos meses de este suceso, volvió a ocurrir algo parecido cuando aún no se había dejado de hablar de esa extraña desaparición. Tras otra noche de luna llena, Maria, una niña de cuatro años, no se encontraba en su cama cuando su mamá fue a despertarla para llevarla al colegio. Asustada comenzó a llamarla y buscarla por todo el pueblo. En esta ocasión volvieron de nuevo a batir los alrededores como la vez anterior y no la encontraron.

Tras la impotencia de las autoridades al no hallar ninguna prueba que pusiera en claro estas desapariciones las habladurías se extendieron por toda la comarca. Unos contaban que era un espíritu condenado que se llevaba a los niños para siempre con él. Pero otros volvieron a acusar al intruso forastero. Cierto día, el hombre del sombrero negro desapareció sin dejar rastro alguno y desde entonces las sospechas sobre él fueron en aumento.

La gente del pueblo registró la casa donde vivió este extraño personaje y encontraron una pequeña muñeca de trapo que perteneció a la niña desaparecida. Llenos de indignación prendieron fuego a la casa, y mientras ardía, vieron como la silueta del hombre de la capa y el sombrero negro los miraba a través de las llamas.

Desde aquel día, en las noches de luna llena, a lo lejos aún se oyen el aullidos de los lobos, y hasta cuentan que ven al hombre del sombrero negro merodeando por las calles del pueblo con no se sabe qué intenciones.

Después de decir esto se quedó callado, cogió con dos dedos la colilla que le quedaba, inspiró fuertemente el humo y, mientras lo expulsaba lentamente miró al cielo y dijo:

-Esta noche es luna llena. Es posible que no tardéis en oír aullar a los lobos, y en cuanto eso ocurra, el hombre de la capa y el sombrero negro comenzará a recorrer las calles del pueblo clamando venganza-

No tuvo que decir nada más. Todos, como si nos hubieran puesto un resorte en el trasero, salimos corriendo a escondernos en nuestras casas y a meternos debajo de las mantas para no oír siquiera el aullido de los lobos ni los pasos del hombre de la capa y el sombrero negro…